miércoles, 19 de noviembre de 2014

Raphael Lemkin y la invención del genocidio


por James J. Martin


A últimos de noviembre de 1944, poco antes de que la biblia de la industria editorial, Publishers Weekly, lo promoviera como "libro judío del mes" (10 de Noviembre, 10 de Diciembre) la Columbia University Press publicó discretamente un grueso volumen (712 pp) titulado "Axis Rule in Occupied Europa: Laws of Occupation, Analysis of Government, Proposals for Redress" (1). Escrito por un casi desconocido en EE. UU., un tal Raphael Lemkin, llegó a ser una de las obras más fatídicas del pensamiento político en el siglo XXI.
Lemkin fue identificado algunos meses más tarde como un refugiado judeopolaco, abogado y titular de un título europeo de doctorado. Los auspicios de la publicación de la obra pasaron casi inadvertidos para todos, pero eran de mal aguero: "Axis Rule..." fue directamente patrocinado por la división de publicaciones de derecho internacional del "Carnegie Endowment for International Peace"(2), dirigido por algunos de los más prestigiosos e implacables exponentes de la guerra total contra Alemania, aún antes de este se produjera. Conforme avanzaba 1944, Lemkin fue tomando une posición prominente en la confección de los planes y esquemas de postguerra para la construcción de un mundo en armonía con los intereses de sus prestigiosas fuerzas patrocinadoras.
A pesar de que la crítica le dedicó una inacabable colección de loas sobre sus supuestas virtudes, un vociferante espaldarazo que continuó durante años, Lemkin permanecía como un hombre misterioso para la mayoría y fue algún tiempo despuès, ante los detalles que èl mismo proporcionó, cuando se pudieron conocer los datos más elementales sobre quièn era y de dónde venía. Tras una sucesión de artículos de revistas que se publicaron tras la aparición de su libro, se descubrió que era un recientemente immigrado, pese a lo cual había ascendido rápidamente y se había movido mucho. Fue identificado inicialmente como un antiguo miembro de la Oficina Internacional para la Unificación del Derecho Penal, un organismo dependiente de la antigua Liga de Naciones, pero más tarde salió a la luz material revelador de sus más recientes actividades.
A pesar de haber llegado a los EE. UU. pocos meses antes de que el país entrara formalmente en guerra (diciembre de 1941) ascendió con una rapidez inusitada para un immigrante de quien debía suponerse en principio que no dominaba bien el inglès, a juzgar por su publicación referida. Para el momento en que el libro fue publicado, aproximadamente un año despuès de que le pusiera punto final, había servido ya como "director consultivo" de la Administración Económica Exterior, une agencia de la máquina de guerra desarrollada por Roosevelt, relacionada principalmente con la asignación de nuevos propietarios a los bienes confiscados al enemigo. Tambièn desempeñó trabajos como consultor en la Oficina de Guerra Económica y en el Departamento de Guerra. Junto a estos cargos, figuró tambièn como asesor en "asuntos extranjeros" en el Departamento de Estado. Se le adjudicó un puesto como profesor en la Escuela de Gobierno Militar en Charlottesville, Virgina, ayudando a formar a aquellos que serían los administradores de la Alemania ocupada. Otros prestigiosos cargos los dejamos para más adelante, pero queremos señalar estos porque fueron sus actividades en la època que trabajaba en el libro referido.
No hay manera de saber si las opiniones que se le adjudican son exclusivamente suyas o si, por el contrario, sólo era el portavoz a travès del cual las fuerzas dominantes en el "establishment" anunciaban sus posiciones. Si lo último fuese verdad, su" pedigree" tendría sentido, así como su meteórica ascensión y la amplia difusión de sus publicaciones.
Por la información que fue facilitada tras sus èxitos en las Naciones Unidas, sabemos algo más sobre los antecedentes y orígenes de Raphael Lemkin. Nació en Bezwodene, al este de Polonia, el 24 de junio de l901. Su ciadad natal formaba parte de la Rusia imperial en ese tiempo. Ni Lemkin ni sus infatigables agentes de relaciones públicas dijeron mucho de su juventud, de què hizo en los años tomultuosos en que Rusia participó en la Ia Guerra Mundial, la era de violencia y caos que marcó el colapso de la dinastía de los Romanov y la creación del bolchevismo. Parece que estuvo estudiando algún tiempo, obteniendo doctorados en Derecho, en las Universidades de Lemberg y Heidelberg, (la primera, en su Polonia natal). Si bien Lemkin declaraba que su padre era sólo un granjero, parece que al menos disponía de los medios suficientes para dar a su hijo una cara educación en el extranjero.
Su primer empleo fue de secretario del Tribunal de Apelación de Varsovia, llegando rapidamente a ser fiscal en dicha ciudad en 1925. En 1950, Lemkin aseguraba haber representado a Polonia en conferencias internacionales en varios países occidentales, realizando actividades como delegado polaco en la Liga de Naciones y sirviendo en 1929 como Secretario de la Comisión de Leyes de la República Polaca. Con estos cargos representó a Polonia en la Va Conferencia Internacional para la Unificación del Derecho Criminal, que tuvo lugar en Madrid en 1933. Fue aquí donde supuestamente hizo su primera propuesta solicitando de la Liga la redacción de un documento que condenase las "matanzas en masa". Sin embargo, cuando se examinan los documentos relacionados con sus propuestas al Consejo Legal de la Liga, no se encuentra ese lenguaje. En cambio encontramos un documento proponiendo la proscripción de los "actos de barbarismo y vandalismo", y un estudio del "terrorismo", algo que se aleja completamente de algo tan fuerte como las "matanzas en masa".
En 1935 Lemkin se separó del servicio del Estado polaco y presumiblemente, de toda labor relacionada con la Liga de Naciones volviendo al ejercicio privado de la abogacía en Varsovia. En 1936 publicó en Cracovia un libro de 725 páginas titulado "Prawo karne skarbowe". Este tomo trata casi exclusivamente de las leyes sobre contribuciones internas y evasión de impuestos en su país. En 1939 Lemkin estaba especialmente activo. Sacó, en colaboración con Malcolm McDermott, del Colegio de Abogados de Carolina del Norte y miembro de la Facultad de Derecho de la Duke University, una traducción de 95 páginas al inglès titulada "El Codigo Penal polaco de 1932 y la ley de ofensas a minorías", publicado simultáneamente en EE. UU. e Inglaterra. El tema debía ser de apasionante actualidad como consecuencia del comportamiento de las escarmentadas minorías nacionales de Polonia, que ascendían a une tercera parte de la población de este Estado surgido en 1919 gracias en gran parte al presidente norteamericano Wilson y a su inefable asesor en asuntos polacos, Robert H. Lord, de Harward. La importancia de la relación personal con McDermott la comentaremos más adelante.
Otro trabajo de Lemkin fue un libro de 422 páginas, aparecido en 1939 en Francia y titulado "La Règlementation des Paiements Internationaux", dedicado a un problema de creciente importancia en el desordenado mundo financiero de los años 30: el creciente flujo de emigrantes y refugiados interesados en trasladar su dinero de un país a otro. Este era uno de los temas que más interesaba a Lemkin y sobre el cual volvería más tarde.
Lemkin nunca comentó pública u oficialmente lo que estuvo haciendo durante la crisis diplomática germanopolaca de 1939 y el subsiguiente estado de guerra. Pero una dècada más tarde dijo a un periodista del New York Times que lo entrevistaba que se había unido a la guerrilla clandestina despuès de que las fuerzas armadas polacas dejaran de luchar y de que su país fuera ocupado por germanos y sovièticos, luchando presumiblemente solo contra los alemanes durante seis meses más. Así el correcto jurista internacional se convirtió en violador del primer artículo de los Acuerdos de La Haya de 1899 y 1907 en lo que se refiere a la participación de civiles en la guerra y la posibilidad de que pudieran ser objeto de ejecución sumaria como francotiradores. Salido clandestinamente de Polonia, via Lituania, y refugiado en Succia, Lemkin, en vez de ser internado como beligerante en territorio neutral, reanudó prontamente su vida acadèmica como jurista en Estocolmo. En 1941, sus clases, presumiblemente basadas en su libro publicado en París en 1939, fueron editadas como "Valuta reglering och clearing".
En esta època tuvo lugar la famosa emigración de Lemkin a los EE. UU., hacia la Duke University, donde ya tenía contactos gracias a su colaboración con Mc Dermott. Poco despuès de su llegada fue contratado como profesor de la "Duke Law School". Poco despuès era elegido como orador principal ante la reunión anual de la Asociación Americana de Abogados, que tuvo lugar en Indianapolis del 29 de Septiembre al 3 de Octubre de 1941, donde habló del tema "La estructura legal del control totalitario sobre economías extranjeras". Aún ignorando su confusión entre totalitarismo y autoritarismo, se revelaba la persistencia de su especialidad en su actividad pública. Sin embargo su èxito como creador de nuevas leyes estaba ya próximo.
Por enfonces Lemkin ya trabajaba en su obra magna, que se publicaría con el título de "Dominio del Eje en la Europa Ocupada". Por lo menos tendría que haber empezado por la recopilación de leyes, decretos, proclamas de emergencia, órdenes y demás tipos de normas promulgadas por los alemanes y sus aliados en las áreas de la Europa Ocupada. Tal material no era especialmente difícil de localizar. Publicaciones del continente europeo facilitaban la mayoría de ellas y rutinariamente llegaban a las bibliotecas jurídicas de todo el mundo, por lo que no había nada de especialmente misterioso en el tema. Lo que era original en el proyecto era el esfuerzo de Lemkin para adivinar como sería organizada y administrada la Europa del Eje usando como referencia sólo material legal o casi legal. Nada en su libro es el resultado de su testimonio personal sobre la puesta en vigor o el funcionamiento de aquellas normas, ni cita a nadie que se lo diera. Además, aunque mucho de lo que presentó como "evidencia" eran innovaciones políticas de emergencia, da por hecho que tal política era aplicada al pie de la letra y que permanecía immutable. En ningún momento considera la posibilidad de que mucho de aquello sólo habría durado unas pocas semanas o meses y que podría ser remplazado, revocado, abandonado, drásticamente modificado, incumplido o aceptado como mera formalidad. El compendio del material arriba citado comprende dos tercios del libro, unas 400 páginas. La parte de la obra que ha de atribuirse a Lemkin es difícil de establecer. Reconoce la colaboración de 35 personas, dos de elles como correctoras de estilo, lo que da a suponer que su nombre sirvió como tapadera a un poderoso comitè. Más allá de la colaboración hay que considerar el prólogo del libro, escrito por George A. Finch, director de la sección de Derecho Internacional de la Fundación Carnegie. (2)
No es posible examinar "Axis Rule" dentro de los límites de este artículo, en lo que concierne a sus tests, o sea, al estado de la organización y administración de aquellas áreas de Europa ocupadas por las fuerzas armadas de Alemania y sus aliados entre 1939 y 1944. Si bien la introducción de Lemkin está fechada el 15 de Septiembre de 1943, el contenido del libro se retrotrae a bastante antes. Casi el 70% de sus documentos se refieren sólo a los años 1940-41. Hay una pequeña cantidad de ellos de 1942 y las breves anotaciones de 1943, que son virtualmente inútiles, están confinadas a las notas a pie de página y en su mayor parte referidas a la primera parte del libro, las 264 páginas escritas ostensiblemente por el mismo Lemkin. Por tanto,el libro no nos dice practicamente nada sobre la Europa ocupada por los alemanes despuès de los primeros meses de 1942.
La principal tarea de este artículo no es, pues, un análisis de las tesis principales del libro, sino el concentrarnos en un aspecto singular de este, en realidad sólo una pequeña fracción, pero a efectos de conclusiones mucho más decisivo que el resto de las páginas de todo el volumen. Es en este libro donde el tèrmino "genocidio" se empleó por vez primera. El amenazador presagio de esta nueva figura inspiró una vasta literatura y un alarmante número de maniobras políticas en los últimos treinta años, como si el "genocidio" hubiese sido establecido desde antiguo como crimen internacional.
Un examen preliminar de las 400 páginas de documentación legal reunida al final de "Axis Rule" revela que casi las tres cuartas partes ha sido seleccionado de fuentes de los años 1940-41. La lectura del material confirma que el 80% del total de la colección de documentos está relacionado con el dinero, la propiedad, los tipos de cambio, las condiciones de empleo, las normas de trabajo y compensación, traspaso de la propiedad y muchas otras normas prácticas del tipo más monótono y prosaico, acompañadas de similares estipulaciones concernientes a la ciudadanía y su movilidad en los países ocupados por el Eje.
Sin embargo, desparramadas en este laberinto de verborrea legal, se encuentran unes pocas secciones,que comprenden solo el tres por ciento del total,que llevan el encabezamiento de "Legislación sobre el genocidio". Leyèndolas cuidadosamente encontramos une revelación: la confirmación de que Lemkin participó en la fabricación de una infamia sofisticada, compleja y sutil. No hay nada en la obra relacionado con lo que el tèrmino "genocidio" ha supuesto en los últimos treinta años. Tal vez sería instructivo resumir una breve relación que demostraría al mismo tiempo el escaso fundamento que tiene ese ambicioso "crimen" inventado por Lemkin. Es ridiculamente pequeña la consistencia que proporcionan a su nuevo "crimen" su immensa diligencia y la de sus infatigables ayudantes en la investigación de los documentos legales del Eje (un doctor que inventa une nueva enfermedad es motejado de "matasanos". No hay un tèrmino equivalente para designar a un jurista que inventa un nuevo crimen.) De todos modos el ensayo de Lemkin sobre alquimia legal es muy notable: un denodado esfuerzo para persuadir al mundo de que ciertas legislaciones locales eran al mismo tiempo un atentado contra el Derecho Internacional.
Antes de analizar los confusos intentos de Lemkin para definir lo que el llama "genocidio" es conveniente citar la legislación de países del Eje que seleccionó e identificó como "legislación para el genocidio". La primera norma ("Axis Rule", pags 399-402 ) consiste en la 1a, 2a y 6a órdenes, calificadas como " medidas contra los judíos" dictadas por la Administración Militar alemana de la Francia ocupada (dadas el 27 sept 1940, el 18 oct 1940 y el 7 febre 1942). La primera trata del registro de todos los judíos residentes en dicha zona y prohibe el retorno de los que huyeron.Tambièen ordena la orden que todos los negocios de propiedad de judíos sean designados como tales. La segunda es un desarrollo de la primera y tiene que ver con el registro de empresas judías.La sexta establece un toque de queda para los judíos desde las ocho de la tarde hasta las seis de la mañana así como la prohibición para estos de trasladarse de residencia a partir del 7 de febrero de 1942. Las violaciones de estas órdenes conllevan multas y penas de prisión para los violadores.
La segunda norma referente al "genocidio" ("Axis Rule"; pags 440443) corresponde a una orden del 6 de agosto de 1940 de la jefatura de la Administración civil alemana en Luxemburgo,que estipula que la lengua oficial del país, hasta el punto de que se utilizara en el sistema educativo y en el judicial, es el alemán; todo ello fue detallado en otra orden de 14 sept 1940. En la misma sección "genocida" se encuentra otra orden de 31 ene 1941 requiriendo a los ciudadanos y súbditos de Luxemburgo la adopción de un nombre de pila alemán, al tiempo que recomienda que germanicen su apellido los no alemanes. El punto final de este sección es un decreto de enero de 1941, tambièn referido a Luxemburgo, ordenando el registro de sodas las personas relacionadas con los campos de la pintura, la arquitectura, el diseño y el dibujo, música, literatura y teatro, bajo pena de impedírseles trabajar en sus oficios si se detecta su no inscripción en aquèl.
La tercera norma, muy peculiar, sobre la "Legislación del genocidio" ("Axis Rule", pag. 504) es une orden firmada por el mismo Hitler, junto con el general Keitel y el delegado del primero Lammers~ firmado el 28 jul 1942, que otorga generosas ayndas económicas, con posibiIidad de incrementarse, a mujeres noruegas y holandesas que hayan tenido hijos de soldados alemanes. Tales subsidios, según la terminología de la orden se proponen "eliminar todas las desventajas a las madres y promover el desarrollo de los niños".
La cuarta categoría señalada por Lemkin como legislación "genocida" ("Axis Rule", pags 552555 ), muy similar a la señalada anteriormente, aparece auspiciada por Hans Frank, Gobernador General de la Polonia ocupada, haciendo posible para una persona de origen alemán y residente en Polonia, obtener un certificado que reconoce su origen alemán. Aparece acompañada de otra orden de Frank estableciendo un subsidio infantil para las familias alemanas residentes en el Gobierno General. Para merecer tel subsidio la familia debía tener al menos tres hijos menores.
La quinta sección de la legislación "genocida" ("Axis Rule",pags 625627) consta de tres nuevas leyes dictadas por el Estado de Croacia y firmadas por su Jefe de Estado, el Dr. Pavelic. Una anulaba toda transacción comercial entre judíos, o entre judíos y no judíos, realizada durante los dos meses siguientes a la proclamación de Independencia del estado croata,si su valor total excedía los 100.000 dinares a no ser que previamente la hubiera aprobado el ministerio croata de justicia. La segunda prohibía el uso del alfabeto cirílico en Croacia y la tercera sólo otorgaba la nacionalidad croata a las personas de "origen ario" y que además no hubiesen participado en actividades hostiles al establecimiento del nuevo estado croata.
Más adelante, Lemkin añadió otras secciones sobre la "legislación sobre el genocidio". La primera ("Axis Rule", pag 601) era una orden firmada por el comandante alemán en la Serbia ocupada, fechada el 22 dic 1941, en la que se establecía la pena de muerte para quien fuera soprendido ocultando judíos, pero sin mencionar penas aplicables a los judíos mismos. Practicamente todo en este orden se refiere a las propiedades judías, no a las personas, requiriendo el registro de cada propiedad, así como de los contratos o permutas de bienes judíos por parte de no judíos. La primera parte de la orden parece estar dirigida contra el encubrimiento de los judíos dedicados a la lucha guerrillerra,donde había bastantes.
Y como coletilla final de este curioso conjunto de legislación "genocida", tal y como la designa Lemkin, hay otra norma no relacionada en el apèndice de leyes, sino citada brevemente en el texto ("Axis Rule", pag 249). Es une reseña de Lemkin de que los judíos de Serbia habían sido discriminados por medidas "genocidas", privándoseles de su medio de vida al prohibirles ciertas profesiones. Lemkin cita como referencia; en la página 596 de 105 documentos, une orden firmada por el comandante militar alemán en Serbia, fechada el 21 mayo 1941, que establece que "judíos y gitanos o personas casadas con judíos y con gitanos no podrán ser admitidos para trabajar en cabarets, vodeviles y lugares similares de distracción".
Contemplando este minúsculo conjunto de legislación "ad hoc", común a todos los ocupantes militares bajo iguales circunstancias durante docenas de siglos en el pasado, uno se maravilla de cómo pudo Lemkin dar caracteres tan dramáticos al nuevo "crimen" que iba a anunciar al mundo. Lo que encontró para darle un soporte legal inspira hilaridad, si bien puede ser considerado característico de lo que un picapleitos puede amasar con las más insignificantes migajas de la Historia.
Analicemos ahora sus definiciones del "genocidio". La primera aparece en el prefacio de su libro: "la práctica del exterminio de naciones y de grupos ètnicos llevada a cabo por invasores es llamada genocidio por el autor (Lemkin), un tèrmino derivado de la palabra griega "genos" (tribu, raza) y de la latina "cide"; podemos ver, por analogía, homocidio (Sic), fratricidio..."
Aparte de que ignora que no hay analogie posible entre un crimen específico como el homicidio (Lemkin escribe mal la palabra) o el fratricidio y un gaseoso, vago y supuesto delito como el que ha inventado e intenta promover, debemos maravillarnos de que fuera capaz de extraer, de la pedestre colección de normas que cita, la dramática conclusión del "exterminio" de grupos ètnicos y de "naciones" enteras (Lemkin entiende por "nación" tanto una entidad dentro de un Estado nacional como una comunidad de composición ètnica reconocible).La conclusión es que si estuvo tratando de hechos en vez de poner a prueba una metáfora imaginaria, no presentó absolutamente nada como evidencia para documenter una política de exterminio.
Para aumentar la confusión Lemkin, en la página 78 de "Axis Rule", en un capítulo titulado "Genocidio", introduce otra definición: "por genocidio entendemos la destrucción de una nación o un grupo ètnico", lo que aclara de esta manera: "El genocidio tiene dos fases: una es la destrucción de la identidad nacional del grupo oprimido; la otra, la imposición de la identidad nacional del opresor". Su elaboración final es la siguiente: "Desnacionalización era la palabra usada en el pasado para describir la destrucción de la identidad nacional".
Resulta obvio que estas definiciones son contradictorias. En cuanto a la primera, "exterminio", segón la definición del diccionario significa "destruir completamente" (Webster's Collegiate Dictionary, 58 edición, 1948, pag 354) lo que no parece aplicarse a nuestro caso. Pero la segunda definición de Lemkin, 80 páginas más adelante, se refiere a un proceso por el cual una cosa se transforma en otra distinta en el que un grupo deja su identidad nacional y toma la de sus opresores. Aquello de lo que Lemkin habla en su segunda definición no es destrucción en sentido físico, sino imposición sobre un grupo de une identidad cultural totalmente distinta; en otras palabras: asimilación. Hay, obviamente, una vasta distancia hasta el exterminio (actualmente tendría a su disposición une palabra aún más enèrgica, extirpación, que no sólo significa la destrucción total y completa, sino el desarraigar algo, intencionadamente, de manera violenta. En cuanto que Lemkin pone como primera condición para que algo sea "genocida" el que consista en una acción destructiva, planeada de forma deliberada e intencional con respecto a un grupo "nacional, ètnico o religioso", la extirpación habría sido su palabra). Y Lemkin añade otra contradicción a su colección: despuès de sus esfuerzos para crear la impresión de que el "genociodio" es un nuevo crimen, lo echa a perder con la franca admisión de que consiste en la antigua práctica de la "desnacionalización", pero revestida ahora de un aspecto aterrador.
Si bien Lemkin se extendió sobre su segunda definición de "genocidio" como sistema social donde se aplicaban determinadas normas a grupos enteros, esa evidente en al menos tres apartados de su libro que el concepto exacto de "genocidio",tal y como lo estableció en 1943, tenía escasa consistencia y no formaba parte de su plan original cuando comenzó "Axis Rule".
Solo una vez en su libro admite que por "grupos" entiende sólo grupos "minoritarios".Su obra no incluye une sola palabra sobre la protección de una mayoría, ya que, como consecuencia del mètodo que utiliza para tratar el tema filosófica y psicológicamente, es incapaz de concebir une situación en que un grupo mayoritario pueda estar en grave peligro de desaparición.
En cuanto que sólo dedica el 3% de su obra al tema del "genocidio", es obvio que trata de un tema muy poco tenido en cuenta en su proyocto original y que sólo aborda incidentalmente. En segundo lugar, su capítulo referente a la posición legal de los judíos en Europa sólo ocupa tres páginas, el 80% de las cuales se dedica a consideraciones sobre la propiedad. Y en tercer tèrmino, cuando llegamos al apartado de su libro titulado "Proposiciones para la reparación" casi todo se refiere a sus planes para la creación despuès de la guerra de los "tribunales de reparación" que se dedicarían casi enteramente a la labor de restaurar el "statu quo ante bellum". Sus recomendaciones en este nivel no se asocian con responsabilidades de "criminales de guerra", ni proposiciones de procesos legales sin precedentes para ejecutar o condenar a larges penas de cárcel, a pesar de que cite a alguna persona de manera ofensiva.
A la vista de su decisión de incluir, en lo que es casi totalmente un aburrido tratado referido a la multitud de cambios económicos ocurridos en la Europa ocupada por el Eje, su sensacional creación del "genocidio", uno se maravilla de por què le dedicó tan poco espacio en un libro tan extenso.Viendo que la idea fue lanzada tan modestamente y que ocupa tan poco espacio, uno puede concluir que se trata de una reflexion tardía sobre el tema de la administración de la Europa ocupada por el Eje. Ya que el tema está desarrollado tan superficialmente y que no inclaye nada sobre la segunda mitad de la guerra, uno se asombra de que el libro se haya promocionado tanto.
Es evidente que la idea necesitaba "trabajarse" mucho más. Por consiguiente, la expansión de esta empresa totalmente imaginaria estuvo apoyada de manera mucho más significativa en une serie de artículos que Lemkin escribió entre 1945 y 1948 en publicaciones que van desde el American Journal of International Law al American Scholar, pasando por el United Nations Bulletin, el Nation, el Christian Science Monitor y cartas al editor en el New York Times. Durante estos tres años los grandes periódicos liberales del mundo hicieron famoso este tèrmino.
El aspecto más curioso de sus esfuerzos originales en la fabricación del "genocidio" radica en las pocas líneas dedicadas al tema de las supuestas matanzas en masa de judíos europeos. Su extensa sección legal no incluye la más mínima referencia a cualquier clase de ley, decreto, orden o proclama que ordenara la muerte de nadie bajo ningun concepto, a menos que fuese a consecuencias de une acusación y condena por violación de una norma claramente tipificada. Por consiguiente, ¿en què se basaba para justificar la introducción de su alegato? Aquí tropezamos con un obstáculo. Si su libro no contiene una sola palabra referente a algo que viera personalmente,la acusación de exterminio en masa está aún más lejos de toda evidencia. Y si la idea del "genocidio" era una reflexión tardía dentro del contexto de su obra, entonces la acusación de "exterminio en masa" es tambièn otra reflexión tardíia dentro de la imaginaria confección del genocidio. El tema es discutido brevemente en el texto, siendo la referencia la propaganda del "White and Black Books", publicados en 1942 bajo los auspicios del Gobierno polaco exiliado en Londres. Es traído a colación otra vez,en nota a pie de página, donde las referencias son la famosa declaración de las Naciones Unidas en navidad de 1942, publicada escuetamente a primeros de 1943, y dos pequeños libros publicados tambièn en 1943, por el "Institute for Jewish Affairs", del "American Jewish Congress". Es significativo que estos dos libros fueran publicados bajo la ègida de un tal Zorach Warhaftig, otro abogado judío de Varsovia, tambièn acèrrimo sionista, que desapareció de Polonia en 1939 para aparecer en Nueva York en 1943, como director gerente del "Institute for Jewish Affairs",puesto que conservó hasta 1947. Tan febrilmente activo en el esfuerzo, a partir de mayo de 1945, de enviar a Palestina tantos judíos europeos como fuera posible, que èl mismo los siguió. Warhaftig llegó a ser firmante de la Declaración de Independencia del Estado de Israel en 1948, así como miembro del consejo ejecutivo del Congreso Mundial Judío y Ministro de Asuntos Religiosos entre 1951 y 1965 en varios gobiernos israelíes. Los dos libros publicados bajo la dirección de Warhaftig, "Hitler~s Ten Year War on the Jews" y "Starvation over Europe, Made in Germany", fueron escritos por Boris Shub, cuyo padre, David, escribió una famosa biografía de Lemkin, así como para el socialdemócrata New Leader, a la vez que fue el jefe editorial del neoyorquino Jewish Daily Forward.
Con todo lo antedicho hay que pensar cómo fue posible que Raphael Lemkin adquiriera la reputación de ser el primero en sospechar que la Alemania NS y sus aliados estaban masacrando varios millones de judíos, lo que ha sido considerado como un hecho en cantidad de textos. Es evidente que estaba lejos de ser el primero en efectuar esa acusación. A este respecto, incluso desconocía la acusación hecha por el Jewish Chronicle de Londres, el 11 de diciembre de 1942, de que dos millones de judíos habían sido asesinados en Europa. Y esta información, a su vez, era muy posterior a otras dadas a conocer antes de esa fecha.
Es posible que Lemkin comprendiera, despuès de comprobar que estaba resultando de su diligente pero insustancial construcción legal un relato pálido y sin alicientes, que necesitaba de algún toque dramático. De ahí la aportación de alegaciones sobre sensacionales crímenes de guerra a pesar de su brevedad y oscuro emplazamiento en la obra. Sin embargo parece que hubo limitaciones a sus recursos imaginativos y poèticos. No empleó ninguna palabra parecida a "holocausto" tanto en "Axis Rule" como en sus prolíficos seriales posteriores,a peser de su atracción por las palabras de raíz griega. En cuanto que los diccionarios definen "holocausto" como "destrucción de vida por el fuego" y que lo estaban padeciendo alemanes y japoneses como resultado del bombardeo estratègico aliado, se habria considerado como poco adecuado el empleo de esa palabra en apoyo de la propaganda sionista de entonces respecto al presunto aniquilamiento de judíos.
Tal vez este ambiciosa pero esencialmente fragil e insustancial incursión en la propaganda sensacionalista sobre las enormes pèrdidas sufridas por los judíos europeos es un epílogo a toda su labor en pro de la consideración del "genocidio" como un crimen internacional, y la creación de un acuerdo global para considerar su supresión y castigo como une parte más del derecho internacional.
La propaganda vigorosa e incesante durante dos años de Lemkin, el increíble esfuerzo en tiempo y energías derrochados en un Comitè de las Naciones Unidas para difundir la definición de "genocidio" y su adopción eventual por la Asamblea General el 9 de diciembre de 1948, constituyen une historia larga y complicada.Tan larga y exhaustiva como la del empeño continuo para conseguir su ratificación por suficientes estados miembros de las Naciones Unidas, de manera que se convirtiera la Convención sobre el Genocidio en derecho internacional vigente. Esto se consiguió en enero de 1951, cuando alrededor de 20 estados, representando aproximadamente al 3% de la población mundial, lo hicieron posible. Esta cuota de países se consiguió en octubre de 1950 y la Convención entró automáticamente en vigor 90 días más tarde.
La siguiente escena del drama fue el increíble esfuerzo realizado para asegurar la ratificación de la Convención por el Senado de los Estados Unidos, intento en el que Lemkin sufrió su primera pero desastrosa derrota. Su campaña nunca se recobró de este rechazo. Si bien el número de Estados de todo el mundo que han ratificado hoy la Convención se aproxima a los 80, los EE.UU. todavía se encuentran entre los no ratificadores, y las posibilidades de que lo haga disminuyen conforme pasa el tiempo.
Aún así, el mundo se está dejando encadenar a une doctrina de derecho internacional en realidad un insípido recuerdo de la Segunda Guerra Mundial bajo la forma de un burdo neologismo que evidencia que, con gran dedicación y una correcta publicidad, se puede fabricar cualquier cosa prácticamente de la nada.

1) ''Dominio del Eje sobre la Europa Ocupada: leyes de ocupación, análisis de gobierno, propuestas de reparación".