lunes, 27 de junio de 2011








Thursday, 09 June 2011 12:57


En nuestro partido político cumplimos con lo que prometemos.
Sólo los necios pueden creer que
no lucharemos contra la corrupción.
Porque si hay algo seguro para nosotros es que
la honestidad y la transparencia son fundamentales
para alcanzar nuestros ideales
Demostraremos que es una gran estupidez creer que
las mafias seguirán formando parte del gobierno como en otros tiempos.
Aseguramos sin resquicio de duda que
la justicia social será el fin principal de nuestro accionar.
Pese a eso, todavía hay idiotas que fantasean -o añoran- que
se pueda seguir gobernando con las mañas de la vieja política.
Cuando asumamos el poder, haremos lo imposible para que
se acaben las jubilaciones de privilegio y los negociados.
No permitiremos de ningún modo que
nuestros niños mueran de hambre.
Cumpliremos nuestros propósitos aunque
los recursos económicos se hayan agotado.
Ejerceremos el poder hasta que
Comprendan desde ahora que
Somos la "nueva política".


Convincente, ¿verdad? Ahora leerlo de abajo hacia arriba,
renglón por renglón.

miércoles, 22 de junio de 2011





Los cuatro acuerdos
1. No Supongas No des nada por supuesto. Si tienes DUDA, aclárala. Si SOSPECHAS, pregunta... Suponer te hace inventar historias increíbles que sólo envenenan tu alma y que no tienen FUNDAMENTO. 2. Honra Tus Palabras Lo que sale de tu boca es lo que eres tú. Si no honras tus palabras, no te estás honrando a ti mismo; y si no te honras a ti mismo, no te amas. Honrar tus palabras es ser coherente con lo que piensas y con lo que haces. Eres auténtico y te hace respetable ante los demás y ante ti mismo. 3. Has Siempre lo Mejor Si siempre haces lo mejor que puedas, nunca podrás recriminarte ni arrepentirte de nada. 4. No te Tomes NADA Personal Ni la peor OFENSA. Ni el peor DESAIRE. Ni la más grave HERIDA. En la medida que alguien te quiere lastimar, en esa medida ese alguien se lastima a sí mismo. Pero el problema es de él y no tuyo... "Cuando miremos con ojos de niños, tal vez entenderemos como es este juego de vivir y evolucionar" Autor desconocido




Primera vez



Un adolescente, de unos 17 años, vuelve a su casa con una gran sonrisa
en la cara. Su padre, extrañado le pregunta:
"¿Por qué vienes tan contento, hijo?"
"¡Es que he tenido mi primera relación sexual, papá!"
Sorprendido y entusiasmado, el padre le dice:
"¡Muy bien! Ven, siéntate aquí y cuéntamelo todo".
"¡Uf, si pudiera sentarme con el culo como lo tengo ahora!"

Militares



Los enemigos vienen a atacar, dice el comandante, asi que le pregunta a un
soldado:
?Como, cuantos son?
El soldado responde:
Como 1001.
?Y como sabe que son 1001?
Es que viene uno adelante, y como mil atras.




En el ejercito:
El coronel a su ayudante:
Manana a las nueve habra un eclipse de sol, fenomeno que no ocurre todos los
dias. Ordene que salga la tropa al patio en traje de faena para que puedan
observar esta rareza natural, y yo estare presente para explicarla. Si
llueve, no podra verse nada, asi que ordenara usted que se lleven la tropa al
gimnasio.
El ayudante del coronel al capitan:
Por orden del coronel, manana a las nueve habra un eclipse de sol; si
lloviera no podra verse desde el patio y, por consiguiente, en traje de faena
el eclipse tendra lugar en el gimnasio, cosa que no ocurre todos los dias.
El teniente al sargento:
Manana a las nueve, en traje de faena, el coronel eclipsara al sol en el
gimnasio, como ocurre todos los dias que hace buen tiempo, si llueve tendra
lugar en el patio.
El sargento al cabo:
Manana a las nueve el eclipse del coronel en traje de faena por el sol tendra
lugar en el gimnasio; si llueve alli, cosa que no ocurre todos los dias, la
tropa formara en el patio.
Comentarios entre la tropa:
Manana si llueve, el sol eclipsara al coronel en el gimnasio. Lastima que
esto no ocurra todos los dias.

Gallegos



En un barco viaja un gallego y un inglés. El inglés se cae al agua y grita:
!Help! !Help! !Help!
Entonces dice el español:
Gel no tengo, pero si quieres shampoo.

Borrachos



Estaba el tipico borracho en la oficina, entra el jefe y le dice:
-Me han llegado rumores de que usted se la pasa apostando todos los dias-
El borracho responde: No es cierto le apuesto lo que quiera a que no.




Estaban dos borrachitos bien rascados viendo un desfile de mujeres bien
buenas y uno de los borrachitos le dice al otro. Compadre vea eso ?no es una
belleza? Y el segundo borrachito responde: "Que porqueria, que porqueria" y
asi varias veces hasta que el otro se canso y le dijo: "Compadre, ?usted es
del otro bando o que?" Y este le responde: "No compadre que porqueria la que
tengo yo en mi casa".




Un borracho va caminando por un cementerio con una botella de cerveza en la
mano. De pronto, este tropieza y la botella cae en una tumba abierta. El
borracho se pone a llorar y justo pasa una senora por el lugar. La senora le
pregunta al borracho:
"familiar"
y el borracho responde:
"no,litro 100"




-!Una cuerda, por favor!, !Una cuerda!- grita uno desde el centro del rio.
Y en la orilla habian dos borrachos y uno le dice a otro:
-!Sera estupido!!No se conforma con ahogarse, que ahora quiere ahorcarse!




?En que se diferencia un arbol de un borracho?
En que el arbol empieza del suelo a la copa y el borracho empieza de la
copa al suelo





Frases pesimistas



1) Cuando las cosas anden bien, es porque algo estás olvidando.
2) Cuando las cosas anden mal, espera y se pondrán peor.
3) El optimista es un individuo que no tiene mucha experiencia.
4) ¿Qué se puede esperar de un día que comienza con tener que
levantarse?
5) No importa qué pidas en un restaurante; lo que pidan los demás
siempre será mejor.
6) Murphy fue un optimista.
7) La vida es algo que te sucede mientras haces otros planes.
8) El hecho de que seas paranoico no quiere decir que no te estén
buscando.
9) Después de escucharme, mi psicoanalista me dijo que tal vez la vida
no sea para mí.
10) Las únicas personas normales son las que uno no conoce bien.
11) La mujer llora antes de la boda y el hombre después.
12) El año más difícil del matrimonio, es el que estás viviendo.
13) Cuando un hombre le lleva flores a su esposa sin ninguna razón, es
porque hay alguna razón.
14) Pégale seguido a tu mujer. Tú no sabrás por qué, pero ella sí.
(Proverbio chino)

15) Vote por el candidato que menos prometa. Así quedará menos
defraudado.
16) Cuando era niño, me dijeron que cualquiera podía llegar a ser
presidente; ahora estoy comenzando a creerlo.
17) No tomes tan en serio la vida... No es permanente.
18) La probabilidad de que los semáforos nos den luz roja es
directamente proporcional al apuro que llevamos.
19) La belleza de una mujer es inversamente proporcional a su
intelecto.
20) Un pesimista es alguien que si tiene que elegir entre dos males,
elige los dos.
21) No te preocupes por tu salud. Ya se va a ir.
22) Cuando por fin lo logramos, ya no tiene importancia.
23) Ahorra un poco de dinero todos los meses. A fin de año te
sorprenderás de lo poquito que tienes.
24) Tengo suficiente dinero para el resto de mi vida. A menos que
compre algo...
25) Es mejor no saber como se hacen las salchichas ni las leyes.
26) Tengo ganas de abandonar todo, pero no tengo tiempo.
27) Dos cuerpos no pueden ocupar el mismo espacio al mismo tiempo,
salvo que viajen en un colectivo en hora pico.
28) La única vez que tuve razón, fue la vez que pensé que me había
equivocado.

martes, 21 de junio de 2011







CANTAR DE LOS CANTARES

CAPÍTULO 1

Título
1:1 El Canto más hermoso, de Salomón. 1 Reyes 5, 12

Preludio

La Amada
1:2 ¡Que me bese ardientemente con su boca!
Porque tus amores son más deliciosos que el vino;

1:3 sí, el aroma de tus perfumes es exquisito,
tu nombre es un perfume que se derrama:

por eso las jóvenes se enamoran de ti.

1:4 Llévame contigo: ¡corramos!
El rey me introdujo en sus habitaciones:

¡gocemos y alegrémonos contigo,

celebremos tus amores más que el vino!

¡Cuánta razón tienen para amarte!

Primer canto

La hermosura de la Amada
1:5 Soy morena, pero hermosa,
hijas de Jerusalén,

como los campamentos de Quedar,

como las carpas de Salmá.

1:6 No se fijen en mi tez morena:
he sido tostada por el sol.

Los hijos de mi madre se irritaron contra mí,

me pusieron a cuidar las viñas,

¡y a mi propia viña no la pude cuidar!

Ansiosa interpelación al Amado ausente
1:7 Dime, amado de mi alma,
dónde llevas a pastar el rebaño,

dónde lo haces descansar al mediodía,

para que yo no ande vagando

junto a los rebaños de tus compañeros.

Respuesta de los pastores

Coro
1:8 Si tú no lo sabes,
¡la más bella de las mujeres!

sigue las huellas del rebaño

y lleva a pastar tus cabritos

junto a las cabañas de los pastores.

Elogio de la Amada

El Amado
1:9 Yo te comparo, amada mía,
a una yegua uncida al carro del Faraón.

1:10 ¡Qué hermosas son tus mejillas entre los aros
y tu cuello entre los collares!

1:11 Te haremos pendientes de oro,
con incrustaciones de plata.

Elogio del Amado

La Amada
1:12 Mientras el rey está en su diván,
mi nardo exhala su perfume.

1:13 Mi amado es para mí una bolsita de mirra
que descansa entre mis pechos.

1:14 Mi amado es para mí un racimo de alheña
en las viñas de Engadí.

Expresiones de amor mutuo

El Amado
1:15 ¡Qué hermosa eres, amada mía, qué hermosa eres!
¡Tus ojos son palomas!

La Amada
1:16 ¡Qué hermoso eres, amado mío,
eres realmente encantador!

¡Qué frondoso es nuestro lecho!

1:17 Las vigas de nuestra casa son los cedros
y nuestro artesonado, los cipreses.

Arriba

CAPÍTULO 2

2:1 Yo soy el narciso de Sarón, el lirio de los valles.

El Amado
2:2 Como un lirio entre los cardos
es mi amada entre las jóvenes.

La Amada
2:3 Como un manzano entre los árboles silvestres,
es mi amado entre los jóvenes:

yo me senté a su sombra tan deseada

y su fruto es dulce a mi paladar.

2:4 Él me hizo entrar en la bodega
y enarboló sobre mí la insignia del Amor.

2:5 Reconfórtenme con pasteles de pasas,
reanímenme con manzanas,

porque estoy enferma de amor.

La apacible unión de los enamorados
2:6 Su izquierda sostiene mi cabeza
y con su derecha me abraza.

El Amado
2:7 ¡Júrenme, hijas de Jerusalén,
por las gacelas y las ciervas del campo,

que no despertarán ni desvelarán a mi amor,

hasta que ella quiera!

Visita del Amado al llegar la primavera

Segundo canto

La Amada
2:8 ¡La voz de mi amado!
Ahí viene, saltando por las montañas,

brincando por las colinas.

2:9 Mi amado es como una gacela,
como un ciervo joven.

Ahí está: se detiene

detrás de nuestro muro;

mira por la ventana,

espía por el enrejado.

2:10 Habla mi amado, y me dice:
"¡Levántate, amada mía,

y ven, hermosa mía!

2:11 Porque ya pasó el invierno,
cesaron y se fueron las lluvias.

2:12 Aparecieron las flores sobre la tierra,
llegó el tiempo de las canciones,

y se oye en nuestra tierra

el arrullo de la tórtola.

2:13 La higuera dio sus primeros frutos
y las viñas en flor exhalan su perfume.

¡Levántate, amada mía,

y ven, hermosa mía!

2:14 Paloma mía, que anidas
en las grietas de las rocas,

en lugares escarpados,

muéstrame tu rostro,

déjame oír tu voz;

porque tu voz es suave

y es hermoso tu semblante".

La oposición de los hermanos

Coro
2:15 Cacen a los zorros,
a esos zorros pequeños

que arrasan las viñas,

¡y nuestras viñas están en flor!
Respuesta decidida de la Amada

La Amada
2:16 ¡Mi amado es para mí,
y yo soy para mi amado,

que apacienta su rebaño entre los lirios!

2:17 Antes que sople la brisa y huyan las sombras
¡vuelve, amado mío,

como una gacela,

o como un ciervo joven,
por las montañas de Beter!

Arriba

CAPÍTULO 3

El Amado perdido y reencontrado
3:1 En mi lecho, durante la noche, busqué al amado de mi alma.
¡Lo busqué y no lo encontré!

3:2 Me levantaré y recorreré la ciudad;
por las calles y las plazas,

buscaré al amado de mi alma.

¡Lo busqué y no lo encontré!

3:3 Me encontraron los centinelas
que hacen la ronda por la ciudad:

"¿Han visto al amado de mi alma?"
3:4 Apenas los había pasado,
encontré al amado de mi alma.

Lo agarré, y no lo soltaré

hasta que lo haya hecho entrar

en la casa de mi madre,

en la habitación de la que me engendró.

El Amado
3:5 ¡Júrenme, hijas de Jerusalén,
por las gacelas y las ciervas del campo,

que no despertarán ni desvelarán a mi amor,

hasta que ella quiera.

Aparición del suntuoso cortejo nupcial

Tercer canto

Coro
3:6 ¿Qué es eso que sube del desierto,
como una columna de humo,

perfumada de mirra y de incienso

y de todos los perfumes exóticos?

La Amada
3:7 ¡Es la litera de Salomón!
La rodean sesenta guerreros,

de los más valientes de Israel:

3:8 todos ellos provistos de espada,
adiestrados para el combate,

cada uno con su espada a la cintura

por temor a los peligros de la noche.

3:9 El rey Salomón se hizo una litera
con maderas del Líbano.

3:10 Sus columnas las hizo de plata,
su respaldo de oro,

su asiento de púrpura,

con el interior revestido de ébano.

Hijas de Jerusalén,

3:11 salgan a contemplar al rey Salomón,
con la corona que le ciñó su madre,

el día de su boda, el día de su alegría.

Arriba

CAPÍTULO 4

La belleza deslumbrante de la Amada

El Amado
4:1 ¡Qué hermosa eres, amada mía, qué hermosa eres!
Tus ojos son palomas,

detrás de tu velo.

Tus cabellos, como un rebaño de cabras

que baja por las laderas de Galaad.

4:2 Tus dientes, como un rebaño de ovejas esquiladas
que acaban de bañarse:

todas ellas han tenido mellizos

y no hay ninguna estéril.

4:3 Como una cinta escarlata son tus labios
y tu boca es hermosa.

Como cortes de granada son tus mejillas,

detrás de tu velo.

4:4 Tu cuello es como la torre de David,
construida con piedras talladas:

de ella cuelgan mil escudos,

toda clase de armaduras de guerreros.

4:5 Tus pechos son como dos ciervos jóvenes,
mellizos de una gacela,

que pastan entre los lirios.

4:6 Antes que sople la brisa
y huyan las sombras,

iré a la montaña de la mirra,

a la colina del incienso.

4:7 Eres toda hermosa, amada mía,
y no tienes ningún defecto.

4:8 ¡Ven conmigo del Líbano, novia mía,
ven desde el Líbano!

Desciende desde la cumbre del Amaná,

desde las cimas del Sanir y del Hermón,

desde la guarida de los leones,

desde los montes de los leopardos.

4:9 ¡Me has robado el corazón
hermana mía, novia mía!

¡Me has robado el corazón

con una sola de tus miradas,

con una sola vuelta de tus collares!

4:10 ¡Qué hermosos son tus amores,
hermana mía, novia mía!

Tus amores son más deliciosos que el vino,

y el aroma de tus perfumes,

mejor que todos los ungüentos.

4:11 ¡Tus labios destilan miel pura,
novia mía!

Hay miel y leche bajo tu lengua,

y la fragancia de tus vestidos

es como el aroma del Líbano.

4:12 Eres un jardín cerrado
hermana mía, novia mía;

eres un jardín cerrado,

una fuente sellada.

4:13 Tus brotes son un vergel de granadas,
con frutos exquisitos:

alheña con nardos,

4:14 nardo y azafrán,
caña aromática y canela,

con todos los árboles de incienso,

mirra y áloe,

con los mejores perfumes.

4:15 ¡Fuente que riega los jardines,
manantial de agua viva,

que fluye desde el Líbano!

Los deseos de la Amada

La Amada
4:16 ¡Despierta, viento del norte,
ven, viento del sur!

¡Soplen sobre mi jardín

para que exhale su perfume!

¡Que mi amado entre en su jardín

y saboree sus frutos deliciosos!

Arriba

CAPÍTULO 5

El gozo de la mutua posesión

El Amado
5:1 Yo entré en mi jardín, hermana mía, novia mía;
recogí mi mirra y mi bálsamo,

comí mi miel y mi panal,

bebí mi vino y mi leche.

¡Coman, amigos míos,

beban, y embriáguense de amor!
Visita nocturna y búsqueda del Amado perdido

Cuarto canto

La Amada
5:2 Yo duermo, pero mi corazón vela:
oigo a mi amado que golpea.

"¡Ábreme, hermana mía, mi amada,

paloma mía, mi preciosa!

Porque mi cabeza está empapada por el rocío

y mi cabellera por la humedad de la noche".

5:3 "Ya me quité la túnica,
¿cómo voy a ponérmela de nuevo?

Ya me lavé los pies,

¿cómo voy a ensuciármelos?"
5:4 Mi amado pasó la mano
por la abertura de la puerta,

y se estremecieron mis entrañas.

5:5 Me levanté para abrirle a mi amado,
y mis manos destilaron mirra,

fluyó mirra de mis dedos,

por el pasador de la cerradura.

5:6 Yo misma le abrí a mi amado,
pero él ya había desaparecido.

¡El alma se me fue detrás de él!

¡Lo busqué, y no lo encontré,

lo llamé y no me respondió!

5:7 Me encontraron los centinelas
que hacen la ronda en la ciudad;

los guardias de las murallas

me golpearon y me hirieron,

me arrancaron el manto.

5:8 Júrenme, hijas de Jerusalén,
que si encuentran a mi amado,

le dirán... ¿qué le dirán?

Que estoy enferma de amor.

Los encantos del Amado ausente

Coro
5:9 ¿Qué tiene tu amado más que los otros,
tú, la más hermosa de las mujeres?

¿Qué tiene tu amado más que los otros

para que nos conjures de esa manera?

La Amada
5:10 Mi amado es apuesto y sonrosado,
se distingue entre diez mil.

5:11 Su cabeza es un lingote de oro puro,
sus cabellos son ramas de palmera,

negros como un cuervo.

5:12 Sus ojos son dos palomas
junto a una corriente de agua,

que se bañan en leche

y se posan sobre un estanque.

5:13 Sus mejillas son canteros perfumados,
almácigos de hierbas aromáticas.

Sus labios son lirios

que destilan mirra pura.

5:14 Sus manos, brazaletes de oro,
adornados con piedras de Tarsis.

Su vientre, un bloque de marfil,

todo incrustado de zafiros.

5:15 Sus piernas, columnas de alabastro,
asentadas sobre bases de oro puro.

Su aspecto es como el Líbano,

esbelto como los cedros.

5:16 Su paladar rebosa dulzura
y todo en él es una delicia.

Así es mi amado, así es mi amigo,

hijas de Jerusalén.

Arriba

CAPÍTULO 6

El feliz encuentro con el Amado

Coro
6:1 ¿Adónde se ha ido tu amado, tú, la más hermosa de las mujeres?
¿Adónde se dirigió tu amado,

para que lo busquemos contigo?

La Amada
6:2 Mi amado ha bajado a su jardín,
a los canteros perfumados,

para apacentar su rebaño en los jardines,

para recoger lirios.

6:3 ¡Mi amado es para mí,
y yo soy para mi amado,

que apacienta su rebaño entre los lirios!
El encanto incomparable de la Amada

Quinto canto

El Amado
6:4 ¡Eres bella, amiga mía, como Tirsá,
hermosa como Jerusalén!

6:5 Aparta de mí tus ojos,
porque me fascinan.

Tus cabellos son un rebaño de cabras

que bajan por las laderas de Galaad.

6:6 Tus dientes, como un rebaño de ovejas
que acaban de bañarse:

todas ellas han tenido mellizos

y no hay ninguna estéril.

6:7 Como cortes de granada son tus mejillas,
detrás de tu velo.

6:8 Son sesenta las reinas,
ochenta las concubinas,

e innumerables las jóvenes.

6:9 Pero una sola es mi paloma, mi preciosa.
Ella es la única de su madre,

la preferida de la que la engendró:

al verla, la felicitan las jóvenes,

las reinas y concubinas la elogian.

6:10 "¿Quién es esa que surge como la aurora,
bella como la luna,

resplandeciente como el sol,
imponente como escuadrones con sus insignias?"

Encuentro sorpresivo con el Amado

La Amada
6:11 Yo bajé al jardín de los nogales,
a ver los retoños del valle,

a ver si brotaba la viña,

si florecían los granados...

6:12 Y sin que yo me diera cuenta,
me encontré en la carroza con mi príncipe.

Arriba

CAPÍTULO 7

Los atractivos físicos de la Amada

Coro
7:1 ¡Vuelve, vuelve Sulamita, vuelve, vuelve, para que te veamos!

El Amado
¿Por qué miran a la Sulamita,
bailando entre dos coros?

7:2 ¡Qué bellos son tus pies en las sandalias,
hija de príncipe!

Las curvas de tus caderas son como collares,

obra de las manos de un orfebre.

7:3 Tu ombligo es un cántaro,
donde no falta el vino aromático.

Tu vientre, un haz de trigo, bordeado de lirios.

7:4 Tus pechos son como dos ciervos jóvenes,
mellizos de una gacela.

7:5 Tu cuello es como una torre
de marfil.

Tus ojos, como las piscinas de Jesbón,

junto a la puerta Mayor.

Tu nariz es como la Torre del Líbano,

centinela que mira hacia Damasco.

7:6 Tu cabeza se yergue como el Carmelo,
tu cabellera es como la púrpura:

¡un rey está prendado de esas trenzas!

7:7 ¡Qué hermosa eres, qué encantadora,
mi amor y mi delicia!

7:8 Tu talle se parece a la palmera,
tus pechos a sus racimos.

7:9 Yo dije: Subiré a la palmera,
y recogeré sus frutos.

¡Que tus pechos sean como racimos de uva,

tu aliento como aroma de manzanas,

7:10 y tu paladar como un vino delicioso,
que corre suavemente hacia el amado,

fluyendo entre los labios y los dientes!

El amor plenamente compartido

La Amada
7:11 Yo soy para mi amado,
y él se siente atraído hacia mí.

Invitación al encuentro amoroso
7:12 ¡Ven, amado mío,
salgamos al campo!

Pasaremos la noche en los poblados;

7:13 de madrugada iremos a las viñas,
veremos si brotan las cepas,

si se abren las flores,

si florecen las granadas...

Allí te entregaré mi amor.

7:14 Las mandrágoras exhalan su perfume,
los mejores frutos están a nuestro alcance:

los nuevos y los añejos, amado mío,

los he guardado para ti.

Arriba

CAPÍTULO 8

8:1 ¡Ah, si tú fueras mi hermano, criado en los pechos de mi madre!
Al encontrarte por la calle podría besarte,

sin que la gente me despreciara.

8:2 Yo te llevaría a la casa de mi madre,
te haría entrar en ella,

y tú me enseñarías...
Te daría de beber, vino aromatizado

y el jugo de mis granadas.

La apacible unión de los enamorados
8:3 Su izquierda sostiene mi cabeza
y con su derecha me abraza.

El Amado
8:4 Júrenme, hijas de Jerusalén,
que no despertarán,
ni desvelarán a mi amor,

hasta que ella quiera.

La posesión total

Coro
8:5 ¿Quién es esa que sube del desierto,
reclinada sobre su amado?

El Amado
Te desperté debajo del manzano,
allí donde tu madre te dio a luz,

donde te dio a luz la que te engendró.

La Amada
6 Grábame como un sello sobre tu corazón,
como un sello sobre tu brazo,

porque el Amor es fuerte como la Muerte,

inflexibles como el Abismo son los celos.

Sus flechas son flechas de fuego,

sus llamas, llamas del Señor.

8:7 Las aguas torrenciales no pueden apagar el amor,
ni los ríos anegarlo.

Si alguien ofreciera toda su fortuna

a cambio del amor,

tan sólo conseguiría desprecio.

Apéndices

El porvenir de la hermana menor

Los hermanos
8:8 Tenemos una hermana pequeña,
aún no le han crecido los pechos.

¿Qué haremos con nuestra hermana,

cuando vengan a pedirla?

8:9 Si fuera una muralla,
le pondríamos almenas de plata;

si fuera una puerta,

la reforzaríamos con tablas de cedro.

La hermana menor
8:10 Yo soy una muralla,
y mis pechos son como torreones:

por eso soy a los ojos de él

como quién ha encontrado la paz.

La viña del Amado

El Amado
8:11 Salomón tenía una viña en Baal Hamón;
la confió a unos cuidadores,

y cada uno le traía mil siclos de plata

por sus frutos.

8:12 Mi viña es sólo para mí,
para ti, Salomón, son los mil siclos,

y doscientos para los cuidadores.

Última invitación al amor

El Amado
8:13 ¡Tú que habitas en los jardines!,
mis compañeros prestan oído a tu voz;

deja que yo te oiga decir:

8:14 "Apúrate, amado mío,
como una gacela,
como un ciervo joven,

sobre las montañas perfumadas".

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